Por qué no debes comprar comida vía aplicaciones como Doordash y sí directamente de los restaurantes

A raíz de que se expandió la pandemia en todo el mundo, aplicaciones dedicadas a organizar la entrega de alimentos como Doordsah, Uber Eats o GrubHub, fueron de gran ayuda para el sector de los restaurantes y tiendas en general, ya que, al establecer un distanciamiento social, los restaurantes no podían recibir clientes, por lo que las ventas se vieron muy afectadas, causando el cierre permanente de los comercios de comida más pequeños.

Es en ese punto en el que aplicaciones móviles como Doordsah, Uber Eats o GrubHub crearon una plaza muy necesaria que ayudaba tanto a los restaurantes, como a los consumidores, ya que los sistemas automatizados de estas Apps se encargaban de generar los pedidos y hacer las entregas para cada una de las cadenas comerciales, respetando las normas de bioseguridad exigidas por el estado, lo que benefició ampliamente a los dos lados de la moneda.

Sin embargo, con la flexibilización comercial que se ha logrado en gran parte del mundo por los avances de vacunación contra el Covid-19, muchos de los restaurantes inscritos en estas plataformas de envío de alimentos se han visto un poco afectadas por seguir con esta alianza comercial, ya que han notado que en los últimos meses no han logrado tener una buena relación ganar – ganar al seguir inscritos en estos servicios digitales.

Si quieres saber por qué no debes comprar comida a través de aplicaciones como Doordash, Uber Eats o GrubHub, recomendamos que sigas leyendo esta nota en la que te mencionaremos todos los detalles de lo que está pasando actualmente entre estas aplicaciones y las cadenas de restaurantes, y así logres determinar si te funcionar mejor hacer tus pedidos directamente de los restaurantes o no.

¿Por qué no debes usar este tipo de aplicaciones de delivery de Alimentos?

Lamentablemente, la historia no es tan bonita en estos momentos para los dueños de comercios asociados a este tipo de servicio de entrega de alimentos, ya que muchas de estas aplicaciones móviles suelen tener una tarifa de uso de hasta el 30% de la factura de un determinado pedido, el cual es un monto muy alto que deben cubrir los comercios afiliados.

A pesar de que este monto no se ve reflejado en la factura de los usuarios o compradores regulares, ya que estas aplicaciones te venden los productos de cada uno de los restaurantes al precio original establecido, este porcentaje puede representar una disminución bastante alta de los ingresos de cada restaurante asociado.

Sin embargo, este problema no solo se quedó en este punto, ya que el ayuntamiento de Nueva York aprobó una ley especial que regula las tarifas de envío de productos por parte de terceros, la categoría en la que entran aplicaciones como Doordsah, Uber Eats o GrubHub, a una tasa limitada del 15% de comisión como monto máximo. Pero claro, esto solo aplica para la ciudad de Nueva York y no para otras partes del país.

Por otro lado, los representantes de estas aplicaciones de entrega de alimentos alegan que estas también han hecho grandes inversiones en todo este periodo de pandemia, enfocando sus intereses en atraer a aquellos usuarios que nunca habían utilizado este tipo de aplicaciones para ordenar comida en línea.

DoorDash, una de las aplicaciones líderes de este rubro, también alega que los restaurantes de comida que hicieron uso de su plataforma de entrega de alimentos durante todo este periodo de pandemia, tuvieron al menos una tasa de supervivencia ocho veces mayor que el promedio de la industria que no lo hizo, por lo cual, encontraron un gran beneficio al estar inscritas.

Es en este punto donde entra la moralidad de cada uno de sus usuarios, porque al conocer estas tasas de comisiones que tienen que cubrir cada una de los restaurantes asociados a este tipo de aplicaciones, tienes que pensar si  haces un pedido de comida por medio de esta App o si lo haces directamente al restaurante para ayudarlo a aliviar esa comisión forzada de uso, que al final de todo, el usuario o comprador final no se ve afectado por el porcentaje de comisión establecido entre ambas partes porque no lo debe pagar.